badletters
martes, 13 de enero de 2015
No pain no life,
no ocean to sail.
No fate, not even a trace
of the shape with my name.
The glittering eye awaken is,
pierced by the endless sound of wounds.
- Here I am-! a voice is heard,
and it is not gifted enough
to decipher the truth.
Behind the scene, colorful lines
wander slow and silently,
no intersection is made
when fear come in.
Be ghost and thunder,
wave and fire,
kept away
not to hurt a soul again.
by J.Q.
The child is grown, the dream is gone...
There´s no more dream,
just the hollow sound of heart,
an echo behind the walls
in a sepulchral shape.
Time before,
proud voices stood up like arrows
-the most resonant phrases-
spoken from a vast, vast current.
And, what is left?
The same damned current
sinking and digging the sea
where there´s no pardon anymore.
by J.Q.
martes, 29 de abril de 2014
Untitled
in this land of fear
where old dogs bark at the thunder
and stray bullets fall as rain.
On the ground, a pile of rubble,
from the sky, an awkward view.
What on Earth could call us humans
with no soul but with despair.
Is my heart a poison well,
an evil toxin in my veins?
But the rose is still red
and your hand is still warm.
Where my soul can find my body
I would like to be.
By J.Q.
lunes, 28 de abril de 2014
Ser o no ser
Mi sombra es piel derramada,
mírala cambiante,
se estira y encoge a voluntad,
no hay nada que yo pueda hacer.
A veces la observo lejana
como una remembranza,
y deja de sentir, hablar y pensar
solamente para advertir su poder sobre mí.
A veces callada, otras, trémula y expectante,
me mira preguntando qué me pasó,
justo cuando todos se han ido
espantados por la lluvia.
Yo,
escogí vivir y crecer,
tomar y dar y moverme,
amar, matar y llorar
y ser paranoico y también
mentir, odiar y temer
y hacer lo que sea para atravesar esto…
Mira mi sombra, ablandando esta vieja armadura
esperando,
simplemente esperando.
By J.Q.
lunes, 27 de enero de 2014
Cajita Musical
Hay una jaula y un pájaro adentro, un gorrión de dos colores.
Alguien se acerca con la firme intención de liberar al ave.
Entonces, abre la puertita de la jaula, introduce su mano con la fuerza que
agarra y no daña y en el instante de un gesto…¡El gorrión está libre! Cierra la jaula y se siente feliz.
Algún tiempo más tarde, comienza a oírse una agitación
distorsionada en la melodía de su vida, como una especie de corriente abisal
embebiendo todo indicio de luz, y en su rostro, como en una cajita musical, se
van trazando las líneas lentas del sonido en la invisibilidad de las
profundidades.
Dicen que toda perturbación se manifiesta en la sutileza de la locura,
aunque, esta sería más bien una virtud adquirida por azar. ¿Cabía la posibilidad
de haber hecho algo mal? Y si no, ¿por qué se sentía así?
No era suficiente con haberlo dejado ir.
Debe existir una dinámica apropiada en el universo. Pero, en la Gran
Esfera, en donde el suelo arrastra con toda su fuerza y el centro de la tierra
grita:- ¡Bienvenidos sean! ¡Bienvenidos sean!- qué son los hombres sino fichas en la curvatura de las aves, que desde las alturas descienden para traernos consigo un trago de nuestra imposibilidad… - ¡Salud!-.
Convencido de su actuar heróico, ahora se preguntaba: - ¿Y qué hay
de aquél que lo puso allí?-,
-¿Por qué lo hizo?-. Y entonces, así como las dibujadas líneas de luz se filtran por entre los espacios angostos de puertas y persianas, infinidad de posibles respuestas lo atravesaban, unas más tristes que otras. Pudo haber sido un niño, un alma buena que encontró al ave herido y lo puso en la jaula para cuidarlo hasta que pudiera volar. Y si el niño al regresar encontró la jaula vacía… ¿qué habría sentido su corazón, acaso que lo desolara?
-¿Por qué lo hizo?-. Y entonces, así como las dibujadas líneas de luz se filtran por entre los espacios angostos de puertas y persianas, infinidad de posibles respuestas lo atravesaban, unas más tristes que otras. Pudo haber sido un niño, un alma buena que encontró al ave herido y lo puso en la jaula para cuidarlo hasta que pudiera volar. Y si el niño al regresar encontró la jaula vacía… ¿qué habría sentido su corazón, acaso que lo desolara?
Y qué hay de aquél que lo quería para sí: la madre que lo
obsequiara a su hijo, la señora que ahuyentara la soledad mientras la muerte la
encontraba en los espacios saturados de su casa; aquél que lo conservara ya
como mascota, por tradición ó manía. Qué
importa, si al final en todos ellos había algo de felicidad.
Pero cuando se ha vivido para creer en el vuelo de las aves, en el
cielo azul o gris de algún lugar, cuando esto forja la
esencia, la única, la propia, todo se complica en el espectro de la acción.
¿Podría él haber continuado su camino indiferente mientras sus manos
acariciaban la ilusión de sus principios?
El mecanismo de cuerda fue accionado otra vez. Y entre tanto, la la corriente en su retina lo arrastraba más y más. El hombre, el indómito, el benévolo y el bestial, con la ineludible dualidad: atar a unos y desapegarse de otros.
by J.Q.
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